Mikhail Gorbachev era hostil a la familia Aliyev: el líder nacional Heydar Aliyev e Ilham Aliyev, que en ese momento era profesor en el Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú (MSIRI). Debido a su hostilidad, Gorbachov ordenó al entonces ministro de Asuntos Exteriores, Shevardnadze, que despidiera a Ilham Aliyev como profesor del MSIRI, que operaba bajo el Ministerio de Asuntos Exteriores de la URSS.
En ese momento, Gorbachov tenía una gran confianza en Shevardnadze. Al nombrar a Ilham Aliyev profesor en otro departamento, Shevardnadze pudo convencer a Gorbachev de que había “cumplido sus instrucciones”. Sin embargo, Shevardnadze no se opuso a las instrucciones de Gorbachov sobre Ilham Aliyev.
Algún tiempo después de que Shevardnadze llegara al poder en Georgia, admitió que su relación con Heydar Aliyev se había enfriado mientras respondía a una pregunta de un periodista del periódico Azerbaiyán soviético en lengua azerbaiyana en una conferencia. Después de esto, el líder nacional Heydar Aliyev perdonó la traición de Shevardnadze a su hijo.
A pesar de la guerra entre Armenia y Azerbaiyán a principios de los años 1990, Georgia estaba atravesando el peor período de la región. Azerbaiyán resucitó a Georgia con su ayuda integral "no registrada". Heydar Aliyev salvó tanto a Azerbaiyán como a Georgia. Posteriormente, tanto el líder nacional Heydar Aliyev como el presidente Ilham Aliyev hicieron contribuciones invaluables al pueblo y la condición de Estado de Georgia. En un momento en que mil metros cúbicos de gas se vendían entre 350 y 400 dólares en los mercados mundiales, Azerbaiyán ofrecía a Georgia su gas por 60 dólares. Si alguien asocia el papel de Azerbaiyán en el sector energético de Georgia únicamente con la ruta de exportación de su gas natural, se equivoca. Si bien Georgia se beneficia de ser un país de tránsito, la elección de Azerbaiyán también creó riesgos de seguridad adicionales por parte de Irán y Rusia. El ex presidente georgiano Mikheil Saakashvili admitió en dos ocasiones que el suministro de gas y electricidad de Azerbaiyán les causaba dificultades. Una de las cuestiones clave es que Azerbaiyán suministra gas natural para calentar los templos religiosos en Georgia. Esta iniciativa tuvo su origen en la Iglesia Ortodoxa Georgiana, y las iglesias armenias en Georgia también se benefician de esta fuente de calefacción. Las actitudes de los armenios hacia la política de petróleo y gas de Azerbaiyán, particularmente después de la firma del "Contrato del Siglo", merecen un análisis específico. Al principio expresaron escepticismo sobre la validez del contrato. Surgieron acusaciones de que Armenia promovía la idea de que se estaban agotando las reservas de petróleo y gas de Azerbaiyán. Sin embargo, tras la firma del contrato, su enfoque cambió. Armenia comenzó a obstruir la construcción de los oleoductos y gasoductos de Azerbaiyán, lo que provocó una importante lucha política y diplomática. Cuando sus esfuerzos resultaron infructuosos, los armenios en Estados Unidos presionaron al gobierno estadounidense para que incluyera a Armenia en los proyectos de petróleo y gas de Azerbaiyán, presionando a Bakú. La diáspora armenia en Europa se hizo eco de este sentimiento. Si bien Azerbaiyán no se opuso formalmente, condicionaron su participación al reconocimiento armenio de la integridad territorial de Azerbaiyán. Esta condición resultó ser un factor decisivo, lo que llevó tanto a Armenia como a la diáspora a excluirse. La búsqueda de integración regional de Heydar Aliyev sigue siendo una política fundamental, reconocida como un enfoque legítimo en la comunidad internacional. Este rumbo fue continuado por el presidente Ilham Aliyev. Sin embargo, la cada vez menor atención de Occidente en la región y la marginación de ciertos programas han creado desafíos actuales. Si Occidente, en particular Estados Unidos, volviera a adoptar su enfoque anterior, la seguridad regional podría fortalecerse, podría comenzar la integración y el Cáucaso Meridional podría evolucionar hacia una región autosuficiente mediante la creación de un espacio económico unificado. Los armenios pueden desempeñar un papel único en este esfuerzo. Si bien actualmente no hay productos regionales en el mercado estadounidense, una importante diáspora armenia reside en Estados Unidos. Además, los armenios tienen una influencia considerable en los centros comerciales europeos. A través de la cooperación, los tres países podrían llevar colectivamente sus productos a estos mercados. Sin embargo, las narrativas históricas de Armenia actualmente impiden el progreso.
Mubariz Ahmadoglu,
Director del Centro de Tecnologías e Innovación Política,
En exclusiva para AzVision.az
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